miércoles, 5 de enero de 2011

Mein Teil: La historia del caníbal de Rotemburgo

Mein Teil - Rammstein (Suche gut gebauten Achtzehn- bis Dreißigjährigen zum Schlachten. Der Metzgermeister.)
Heute treff ich einen
Herrn
Der hat mich zum fressen gern
Weiche Teile und auch harte

Stehen auf der Speisekarte


Denn du bist was du isst
Und ihr wisst was es ist
Es ist mein Teil (nein)
mein Teil (nein)

Da das ist mein Teil (nein)

Mein Teil (nein)


Die stumpfe Klinge gut und recht

Ich blute stark und mir ist schlecht

Muss ich auch mit der
Ohnmacht kämpfen

Ich esse weiter unter

Krämpfen
Ist doch so gut gewürzt und so schön flambiert
Und so liebevoll auf Porzellan serviert
Dazu ein guter Wein und zarter Kerzenschein

Ja, da lass ich mir Zeit etwas Kultur muss sein


Denn du bist was du isst
Und ihr wisst was es ist

Es ist mein Teil (nein)
mein Teil (nein)

Da, das ist mein Teil (nein)

Yes it's mein Teil (nein)

Ein Schrei wird zum Himmel fahren
Schneidet sich durch Engelsscharen

Vom Wolkendach fällt Federfleisch
Auf meine Kindheit mit Gekreisch

Das ist mein Teil (nein)
mein Teil (nein)

Da das ist mein Teil (nein)
Yes it's mein Teil (nein)

TRADUCCIÓN

Mi pedazo - Rammstein
(Busco bien parecido entre 18 y 30 años para asesinar. El carnicero maestro)


Hoy a un caballero conoceré

que tanto me quiere que me va a comer
los pedazos estén blandos o estén duros

están hoy todos a la carta.


Porque eres lo que comes
y sabes lo que es


Ese es mi pedazo (¡no!)
mi pedazo (¡no!)
Ese, ese es mi pedazo (¡no!)
mi pedazo (¡no!).

La roma cuchilla buena y precisa
me desangro mucho y me siento mal
se que debo quedarme despierto
entre convulsiones sigo comiendo.

Está sazonado tan bien
y tan bien flambeado
y tan amorosamente en porcelana servido
acompañado con un buen vino y una tenue luz de vela
me tomaré mi tiempo
algo de cultura hay que mostrar.

Porque eres lo que comes

y sabes lo que es

Ese es mi pedazo (¡no!)
mi pedazo (¡no!)

ese, ese es mi pedazo (¡no!)
Sí, ese es mi pedazo (¡no!)


Un grito al cielo ascenderá
cortando por huestes de ángeles

desde lo alto de las nubes la emplumada carne
sobre mi infancia con gritos caerá.

Ese es mi pedazo (¡no!)

mi pedazo (¡no!)
ese, ese es mi pedazo (¡no!)
sí, ese es mi pedazo (¡no!).

Link del videoclip


Armin Meiwes era un niño retraído, poco sociable y alejado de sus compañeros. En su familia, sufrió la separación de su madre y vivió con ella desde la pubertad y bajo estricta disciplina. Y en su juventud presenció escenas de matanzas de animales, en las que él participaba para luego poder comerlos.
A los 18 años, Meiwes se mudó con su madre a la casa que su familia tenía en las afueras de la ciudad de Rotemburgo, un hogar con 44 habitaciones y denonimada como La casa de los espíritus.
Posteriormente, ingresó al ejército donde se destacó por su disciplina. Era tan apegado a su madre que viajaba junto a ella a las excursiones que la brigada solía hacer y compartían una habitación separados del resto.
En su vida laboral, el alemán trabajó como técnico de computadoras en un centro informático, en Kassel, donde también se destacó por su disciplina y su eficiencia. Mientras, entre sus aficiones, estaba el leer libros acerca de caníbales, muertes y asesinos en serie. Y además coleccionaba partes del cuerpo de muñecas que guardaba en un cofre para ocultarlas de su progenitora.
Su madre murió en 1999 en la casa de Rotemburgo y Meiwes se quedó completamente solo. A partir de esto, comienza a frecuentar imágenes y videos en internet sobre muertes, cuerpos abiertos y otras muchas fantasías violentas que componen el archivo fotográfico de su computadora. Foros como "Gourmet" o "Caníbal –Café" le proporcionan la plataforma ideal para contar y compartir sus fantasías más profundas.
Su primer contacto fue con un cocinero que ofreció a sus dos ayudantes para ser degustados. Meiwes pudos haberlos devorado, sino fuera por las dudas de los cocineros y los dejó marchar porque, para él,
el banquete sólo tenía sentido si la víctima también estaba de acuerdo.
Vía chat, conoció a
Bernd Brandes, un ingeniero de Berlín que era bisexual y de conductas sexuales que se basaban en la violencia y las torturas como rituales del día a día. Entonces se citaron para un fin de semana donde pusieron a prueba sus instintos caníbales. Tras la despedida en la estación, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo recogiese. Quería probar otra vez.
Tras varias horas de conversación, el berlinés, que tenía altas dosis de medicamentos y alcohol en sangre, quiso que Meiwes le amputase el pene. Entonces, el alemán cortó su miembro sexual
en dos trozos, los puso en la sartén aderezándolos con pimienta, sal y ajo y ambos procedieron a devorarlo. De esta forma, Brandes cumplió su fantasía de comerse sus propios genitales.
Posteriormente y tras el desmayo de la víctima a causa de la excesiva pérdida de sangre, Meiwes lo asesinó en la mesa de descuartizar y grabó todo el proceso con una cámara de vídeo. Cortó el cuerpo en varios trozos y los conservó para ir comiéndolos día a día.
Pero este caso no satisfizo al antropófago y meses después se los pasó buscando nuevas víctimas. Un estudiante de
Innsbruck denunció a Meiwes, que aseguraba en los foros haber probado la carne humana. Pero lo sorprendente fueron las respuestas al pedido: varios estaban dispuestos a ser devorados. La policía logró arrestarlo un año después del crimen.
Este caso presenta un hecho nunca antes visto en la historia de la criminología: la fiscalía logró imponerle cadena perpetua por asesinato con motivos sexuales, PERO LA VÍCTIMA DIO SU CONSENTIMIENTO AL ASESINO. Y no sólo este hecho impresiona al mundo, sino que también en Alemania no está contemplado el canibalismo como un delito.



El hambre y la desidia no sólo obliga a los mortales a devorarse entre sí mismos, sino también sus bajos instintos, esos que yacen sepultados en lo más profundo de sus avernos y que despiertan bajo una luz o por el tronar de algún sonido.
Esos impulsos brutales y violentos son los que deciden no sólo sus pasos y su razonamiento, sino también su forma de ser: los amasa, los moldea, los transforma para luego aniquilarlos.
El ser humano no se da cuenta que bajo estos reflejos no sólo se engulle la efímera vida de su presa, dejándole el papel de trofeo o simple botín servil: también se fragmenta y se come así mismo.
Lo que para un espejo es luz, es sombra para el reflejo.
Bajos instintos, PODER ANIMAL: La síntesis de ser para autodestruirse.

¿Será que sus pasos van por las penumbras a causa del capricho ajedrecístico de Dios o podrá ser que sus interminables marchas se deban a las llamas y el divertimento de Satanás?


Sin Alas