sábado, 30 de enero de 2010

Relato: Sueño de una traición

Aclaración:


  • Realidad
  • Fantasía

-Dios, no puedo dormir, ¡¡Me arde todo el cuerpo!!-
Alejandro no paraba de girar y dar vueltas en su cama. Estaba en la habitación de su hermana, ya que ella habia decidido ir a dormir a la casa de su padre, quedándose él en la de su madre.
En el cuarto prevalecía los posters de diferentes bandas pegadas en las paredes rosas de la habitación y el desorden total. Libros tirados por todas partes, ropa sin lavar y un placard abierto de puerta en puerta mostrando lo que sin duda era la ropa limpia.
Él estaba acostado en la cama de Verónica y al lado de la almohada, estaba Francisca, mirando como su amigo y dueño no podía conciliar el sueño.
Luego de dar mil vueltas y encontrar una buena y cómoda posición, miró a su compañera y le dijo: -Cada día estas más hermosa-. Ella no hizo más que besarle la mano y cerrar sus ojos.
Acto seguido, Alejandro, no hizo más que pensar en lo que iba a venir: El hecho de estudiar y estudiar, rendir las materias que tenía pendientes y la nueva vida que le esperaba. Cerró los ojos por diez segundos y desapareció de la habitación.
Al abrirlos, se encontró en otro cuarto, otro lugar. Atónito y sin entender nada, no hizo más que inspeccionar el lugar con la mirada del nuevo recinto: Todo el lugar era de color amarillo, casi dorado, el piso de lo reluciente que estaba, parecía un espejo, unos cuadros de paisajes y retratos colgaban de las paredes y unos muebles sumamente extraños terminaban por adornar el cuarto.
Enfrente suyo, una puerta marrón oscura lo invitaba a pasar. No lo dudó, la abrió girando el picaporte y la cruzó.
Apareció un pasillo largo y del mismo color que el cuarto anterior. Solo al fondo había una puerta igual a la que recién había cruzado. Y mientras se dirigía a ella, pensaba para sí mismo como es que estaba en ese lugar tan extraño, porque estaba allí en vez de estar en la tibieza de la cama de su hermana ausente junto a Francisca...
Llegó a dicha puerta y, usando el mismo método que con la puerta anterior y con más dudas que certezas, se decidió a cruzarla.
Entró, cerró la puerta y, al darse vuelta, se encontró con una imagen extraña, rara y a la vez placentera: Lucas Katz, su amigo desde los 10 años, discutiendo sentados en una mesa con Matias y Ariel.
No sabía sobre que debatían, pero le era raro verlos ahí y con algunos años menos, quizá con la edad de la última vez que se los vio juntos. Estaban ahí, parte de sus amigos de la colonia, aquellos a los cuales disfruto hace 6 años, reunidos en un cuarto de color amarillo casi dorado, sobre una mesa redonda y en la cual había un mazo de cartas españolas. Solo atras había una escalera que conducía quien sabe a donde, junto a un ascensor.
Buscó un espejo para ver si el tiempo le había restado años a él, pero no encontro nada que lo reflejara. Solo en ese momento, al darse vuelta los tres individuos, Lucas le dice: -Ale, venite a jugar un truco que nos falta uno y Omar no quiere jugar-. Esa frase de su amigo le robó todas aquellas preguntas sin respuesta que tenía encima y que dió solo lugar a jugar a ese juego tan argentino que a ellos los caracterizaba.
Alejandro, junto con Lucas, le ganaron casi por robo a la dupla conformada por Matias y Ariel. Casi en todas las manos a Ale o Katz les tocaban el siete de oro, como de costumbre, la carta ganadora que siempre compartieron.
Luego de dicho partido, Matías propone subir por las escaleras hasta arriba donde se encontraban los demás, pero Ariel y Katz prefirieron el ascensor. Al tomar todos el ascensor y este abrir sus puertas, Alejandro se encontró con otra persona en aquel extraño lugar: Natalia. Sí, la hermana de su amiga del secundario, Natalia Cantarella, se hallaba ahí.
Al subir, la saludó dandole un beso en su mejilla derecha mientras ella le sonreía. Solo ahí le preguntó a ella que hacía en aquel lugar a lo que ella contestó de forma casi burlona, pero misteriorsa: -Nada, solo vine a divertirme un poco-.
Dicho eso, se abrieron las compuertas del ascensor, dando lugar a un balcón al cuál Alejandro se asomó y vió una imagen tan extraña como fantástica: Un enorme piso como si fuese una mezcla de cubículos y vestuarios, todos unidos por pasillos que lo hacían prácticamente un laberinto, en el cual corría, gritaba y reían mucha gente. Demasiada gente.
Y mirando para arriba, una cúpula, como si fuese de una iglesia, de vidrios azules oscuros y la construcción ya no era amarilla, sino dorada en su totalidad.
Se decidió bajar por las escaleras que daban a aquel laberinto de cubículos y pasillos junto a Katz, Matias y Ariel, mientras se encontraban con sus viejos amigos de la colonia: Estaba Juan con su típica gorra roja puesta, Leonel sonriente como siempre, Omar, Federico y demás personas que la mente no alcanza a recordar.
Pero cuando se disponía a jugar con ellos, Natalia pasó cerca suyo y le dijo en el oído, casi en un susurro: -Te espero, solo tenes que buscarme-. Acto seguido sonrió. Y se fue, perdiendose entre la gente.
Katz toca a Juan, Juan a Matias y este a Alejandro. Era la mancha y tenía que correr a alguno de ellos, para quitarse ese peso de encima. Solo así entonces comenzó el juego.
Primero empezó a correr a Juan, que se le escapó en una curva y se escondió en un cubículo. Luego tropezó con Katz y Omar, que se dispersaron por la gente, haciendo nula su visión hacia ellos. Solo ahí empezó a caminar, cansado y casi rendido, viendo como seguia corriendo y jugando la gente, sin encontrar a alguno de los suyos para quitarse la mancha de encima.
Hasta que ocurrió lo inesperado: Encontro a Natalia, parada en la puerta de un cubículo totalmente vació, mirandolo y sonriendole. Al lado de ella estaban Yanina, la hermana, y su primo Ariel, ambos tomados de la cintura.
Alejandro se acercó y se dispuso a hablar con ella, mientras Ariel hacia lo suyo. Solo hablaron de cosas intrascendentes, pero con motivos de acercamiento o, también llamado en criollo, "chamuyo".
Solo cuando Alejandro vió que ella estaba lista y ya no miraba sus ojos, sino su boca, se dispuso a acercar la suya para poder besarla. 10 centímetros...5...3... podía sentir su respiración contra la suya, agitada y excitante... Pero un brazo lo apartó de ella ni bien sentía el rose de sus labios.
Solo así al darse vuelta, con furia para ver quién era la persona que lo había interrumpido la vió.
Vio a una de las últimas personas que querría ver en su vida, aquella persona que lo traicionó hace ya tres años en el secundario. Aquella mujer que lo acuchilló por atrás, haciendo de aquella amistad que los unía solo cenizas. Ella, que nada le importó de su amigo y lo mandó (por decir de alguna manera) "a matar" y ella, a la que había amado una vez y no le importó nada más que a ella misma: Constanza Wheeler.
Vestida con un vestido ligero de color negro, labios pintados de rojo y el pelo recojido.
Natalia estaba helada y furiosa también por la intromisión de aquella indeseable. Cuando se disponía a increpar a la recién aparecida, Ale se metió en el medio. Él no toleraba una pelea de mujeres, ya que el consideraba eso solo un acto de brutos que solo debía llevarse a cabo por los hombres, ya de por sí brutos por naturaleza.
Solo así logró calmar a Naty y preguntó a Constanza, de muy mala manera: -¿Qué es lo que querés?, sabés que no quiero verte nunca más en la vida, ¿o te olvidás lo que pasó?-
-Yo solo quiero hablar con vos, Ale. No quiero estar más así-.
A esto, Natalia se impacientaba y a Ale no le quedo otra que decirle: -Esto es para largo Naty, termino con ella y vengo por vos. Te lo prometo.
Ella sonrió de nuevo, disponiendose Ale y Constanza a buscar un lugar para poder hablar. Él pensaba que este era el momento perfecto para decirle todo lo que pensaba de ella y que jamás pudo decirselo de frente. Pero estaba muy equivocado...
-Te recuerdo que fuiste vos la que hizo que ESTO terminara así, ¿O te olvidas de tu noviecito viniendo a increparme a la puerta de mi casa solo por el hecho de invitarte a salir un día y como amigos?.
-Sí, pero a vos te pasaban cosas conmigo y sabés muy bien que era muy celoso.
- ¡¡¡ESO NO TE DABA EL DERECHO A TRAICIONARME DE ESA MANERA, HACIENDO DE NUESTRA AMISTAD DE VARIOS AÑOS SOLO TRIZAS!!!! Y si me pasaban cosas con vos, era tema mío, NO TUYO.
-Pero... Ya está, el tiempo ya pasó... Ahora no estoy más con el... Solo me importas vos...- Luego de decir esto, ella solo atinó a mirarlo a los ojos y llorar. Él solo veía sus mejillas mojadas en lágrimas y si hay algo a lo que él no podía resistir es ver a una mujer llorando, ya que él decía que las mujeres se vuelven mas hermosas cuando ríen y cuando lloran.
-Por favor te lo pido... No me hagas esto... Nos conocemos de hace años, siempre fuiste mi mejor amigo... Me cuidaste y quiero recompensartelo de una manera...-
-Es que, no se si debo, Coty. Para mi la traición, y de esas magnitudes, no tienen perdón. Lo tuyo me dolió y muchísimo...-
-Por eso estoy acá... Por favor, no me hagas esto... yo...
En ese instante un golpe eléctrico le golpeó en corazón y su sistema nervioso al pobre muchacho. No dejo concluir la frase de ella, por el simple hecho de haberla besado.
La besó de la mejor manera, como si fuese una película de amor o de tragedia. No quiso escucharla más, no quería ver a una mujer llorar más, solo quería disfrutar ese momento que nunca pudo ser, que jamás se dió.
Mientras el pensaba para sí mismo: -Tibia, caliente. Su boca y su cuerpo, estan calientes... Siento que voy a quemarme.-
En ese instante, al terminar con ese beso ella lo miró fijamente. En su rostro se dibujó una sonrisa misteriosa, casi de burla pero lujuriosa a la vez.
Lo tomó de la mano y se fueron caminando entre la gente que corría y gritaba a su alrededor, buscando un cubículo para ellos dos. Solo ellos dos.
Fueron centenares de pasos, pero sin gracia, ya que estaban todos los cubículos ocupados y cerrados. A lo que ella atinó a susurrar: "Es una lástima, ya está, ya fué."
Solo en ese instante, al saber que pretendía ella, Ale la miró fijamente y le pregunto: -¿Que pretendías hacer?.-
-Nada, nada. Ya fué, dejalo ahí-
-No, no quiero dejarlo ahí. Decime ya que querías hacer.-
-Nada, en serio. Ya está. Lo que no se dá, por algo no se dá...-.
-NO, ME VAS A DECIR YA QUE QUERIAS HACER... NO SOY UN JUGUETE.-
-Nada en especial, solo quería divertime un poco. ¿Acaso vos no querías lo mismo?-. En eso ella sonrío y lo miró de nuevo, fijamente.
-Vos... Querías hacerlo conmigo... No... No entiendo...-. El estaba atónito y sorprendido, sin caer en que situación se encontraba.
- Vamos Ale, solo es cuestión de dejarte llevar. ¿No era que me querías?-. Y dicho esto, lo besó de una manera salvaje y poco natural.
El no tenía nada por hacer, no podía dar resistencia a aquello. Todo era tan raro. Ella lo besaba a él. Y él no se resistía, mientras la gente seguía corriendo a su lado.
Ya no importaba esas preguntas que se formulaba, ya no importaba sus amigos encontrados, ya no importaba el juego en el que estaba implicado, ya no importaba Natalia... Solo importaba ese momento, aquel que el destino y la vida se encargaron de que no sucediera. Solo a lo lejos sonaba una alarma, que se hacía cada vez más estridente y cada vez aquellas luces que iluminaban la cupula y el lugar se fueron apagando, hasta quedar todo a oscuras.
Alejandro abrió los ojos y se vió acostado en la cama de su hermana, la ventana estaba abierta, dejando entrar la luz del sol por ella haciendo el cuarto mas luminoso.
Francisca esperó a que se despertara él para irse por la ventana. La alarma no era otra que su celular indicando que eran las diez y media de la mañana. Abajo del cuarto, estaban los obreros arreglando el cuarto de su madre por pedido de ella.
-Todo fue un sueño-. Alcanzó a decir antes de bajar las escaleras y meterse en el baño para darse una ducha, sin saludar a nadie.
Mientras el agua caía en su rostro pensativo, solo pensó en aquél sueño que ocupó toda la noche. Y al terminar la ducha y sercarse, se acercó al espejo y dijo para sí: -Dios, ¿Como fuí capaz de eso? No importa que haya sido un sueño, no puedo hacer lo que hice, besar a aquella persona que me traicionó. ¿Porque Dios? ¡¿POR QUE?!
El sabía que sentía, que había hecho: No solo el hecho de besar a aquella persona que lo traicionó y jugó con sus sentimientos, sino el hecho de que, al besarla, se había traicionado así mismo.
Alejandro, que siempre fue orgulloso y mantuvo a rajatabla el hecho de no hablarle nunca más en la vida, la besó y eso, al despertar y reconocer lo ocurrido, hirió su orgullo y lo partió en mil pedazos.
No solo besó a Constanza, besó a la traición misma. Y el mismo se corrompió y se dejó llevar.
Mientras pensaba esto, salía del baño con el cabello mojado y le esperaba un día duro y caluroso, donde la ciudad parecía un infierno.
Un infierno como el que atestaba su cabeza.



"No fue a propósito, su naturaleza lo hizo eclipsar y olvidarse del sol..."
(Alejandro Caminos)

Sin Alas: De ahora en más, a este espacio se le agregan textos, frases, imágenes, etc. a las ya conocidas letras.

miércoles, 27 de enero de 2010

Where Did You Sleep Last Night - Nirvana

Where Did You Sleep Last Night Lyrics

My girl, my girl, don't lie to me
Tell me where did you sleep last night

In the pines, in the pines
Where the sun don't ever shine
I would shiver the whole night through

My girl, my girl, where will you go
I'm going where the cold wind blows

In the pines, in the pines
Where the sun don't ever shine
I would shiver the whole night through

Her husband, was a hard working man
Just about a mile from here
His head was found in a driving wheel
But his body never was found

My girl, my girl, don't lie to me
Tell me where did you sleep last night

In the pines, in the pines
Where the sun don't ever shine
I would shiver the whole night through

My girl, my girl, where will you go
I'm going where the cold wind blows

In the pines, in the pines
Where the sun don't ever shine
I would shiver the whole night through

My girl, my girl, don't lie to me
Tell me where did you sleep last night

In the pines, in the pines
Where the sun don't ever shine
I would shiver the whole night through

My girl, my girl, where will you go
I'm going where the cold wind blows

In the pines, in the pines
Where the sun don't ever shine
I would shiver the whole night through

(Kurt Cobain - Nirvana)

Dedicado a mi gran amigo Lucas Katz por su cumpleaños, uno de los seguidores de este blog. y uno de mis mejores amigos.

Gracias por estos años de amistad y brindemos con las copas en alto porque sean muchos más, querido amigo.














Sin Alas

domingo, 17 de enero de 2010

Relax

Solo se que hoy es hoy

el mañana solo ilustra un tal vez
se que ahora no existe Dios
estoy yo delante de un espejo retrovisor.



Cierras los ojos y lo ves
un mundo que te llama a ser
es toda una misma canción
donde solo importa el eco
de tu propia voz.



No hay tiempo exacto
la mente difunde su manifestación
y es que mi salvaje corazón
entiende y juega conmigo
mediante su inversa visión.



Se que aún estas aquí
tengo latiendo tu cicatriz en mí
y sabré que al partir
lejos estaré de arrancarte de mí.



Pero no todo es matices en el camino, amor
la Tierra es una y la escencia, dos
Cercanos mis pasos al final
deberé tener cuidado al pisar
y no dejarme llevar
solo por este Relax.
(Alejandro Caminos)






Es una sola puerta de mil alternativas

¿A donde piensas llegar?

Sin Alas