domingo, 31 de julio de 2011

Blues cobarde

Una melodía resuena en mis oídos
una melodía atemorizada entra en acción
algo de vino tinto para el olvido
y un poco de brasas a mi corazón.

No es que no quiera sentarme a discutirlo
pero no le encuentro una razón
¿Cómo puedo juzgarte desde mi encierro?
¿Y por qué transformo esta catarsis en una canción?

29 de julio y el frío toca a mi puerta
mientras las nubes pasean a mi alrededor
en una hora me esperarás en aquella plaza
e iré irremediablemente al encuentro
con una premonición.

Nunca fui de jugar al suicidio ¿sabes?
tampoco soy un buen postor
seguramente tengas en tu repisa
una falsa imagen, algo de lo que no soy.

Malditos sean los ideales, tus ideales
la música de sótano y el dolor
en 60 minutos nos veremos
y todavía no se que decirte, amor.

No tengo hambre, querida
ni ganas de sonreírte más
por el momento sólo quiero sentarme tranquilo
a orillas de un río a esperar.

Sin remedio, vos sos la culpable de este pequeño infierno
Sin remedio, ambas son culpables de ser un sol
Sin remedio, no se definirme
y aún así salgo a tu encuentro.



Blues cobarde de sal, con voz y sin razón.



(Alejandro Caminos, 2011)

Sin Alas