como un telón de estrellas que prohíben olvidar
bienvenido al viaje de ida, hermano
de la contradicción triste y real.
La oscuridad de siempre nos cubre
aunque esta vez brille por demás
desaparecer no es un simple antojo
porque ella se vistió de necesidad.
La chispa se hizo incendio
y ahora te ahogás en el mar
tu único timón es este sendero
sin retorno, sin final.
Te cantaron Norte y truco sin aviso
cuando su puñal terminó de perforar
todo sentido como fundamento
convirtiendo al sur en tu prisión, tu encierro, tu libertad.
Pero las agujas siguen en marcha
los paisajes negros varían
que tu tinta sea roja
y tu pluma todavía resista.
La bruma nació para ocultar, confundir y ser dispersa
las pocas luces que quedan son vigías y alertas
bienvenido al viaje de ida
del cual no querrás volver.
(Alejandro Caminos, 2011)
Es hora de hacer otros caminos, otra vez. Es turno de marcar nuevas cartas como también descubrir algunas resoluciones y, como tales, ES HORA DE PONER EN MARCHA ESA IDA QUE TANTO PREDICASTE.
Ya no hay más tiempo para temblores esquizofrénicos como sentimentales, ya no hay motivo alguno para bajar la guardia, PARA VOLVER A CONFIAR ¿o es que se te olvida aquella lejana estrella que te ilumina?
No hay necesidad de esos empalagosos parámetros... no aún.
PENSAR PARA PROYECTAR y NO RECORDAR EN MAL RETROCESO. Que esa IDA TE LO MARQUE, porque, sino, ESTARÁS PERDIDO.
La cuenta regresiva comenzó hace rato y recordá que ESTÁS A PRUEBA, QUERIDO Y SIMPLE MORTAL.
Nunca tuyo, Siempre presente.
Sin Alas.
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